lunes, 19 de julio de 2010

Marta y María

Aquí  os dejo una interpretación, hecha por San Agustín, del Evangelio de Jesús en casa de Marta y María. Espero que os haga reflexionar.

«En estas mujeres están representadas las dos vidas: la presente y la futura, la trabajosa y la que ha llegado al descanso, la necesitada y la bienaventurada, la temporal y la eterna» (·AGUSTIN-SAN:Serm. 104, 3, 4 en PL 38, 617 infra). Estaban, pues, en aquella casa las dos vidas y la fuente misma de la vida: en Marta la imagen de lo presente, en María la imagen de lo que está por venir. Lo que Marta hacía, eso somos aquí; lo que María hacia, es lo que esperamos» (Serm. 104, 3, 4 en PL 38, 618). Es decir, María y Marta designan según Agustín no dos posibilidades de esta vida, sino el término y el camino, el allende y el aquende. La figura de la vida en este mundo es Marta, para todos. Y María escogió "la mejor parte" sólo en cuanto que es tipo de lo permanente, de aquello que ya no se le quitará, de la hartura eterna por el Verbo en el nuevo mundo. (...)

JOSEPH RATZINGER

EL NUEVO PUEBLO DE DIOS


2 comentarios:

  1. ¿Podría ser Marta la representación de nuestra vida cuando hacemos lo que creemos correcto, y Maria la que hace lo que de verdad siente en su corazón?Marta sirve al señor de buen agrado pero en su inquietud tal vez muestra que no es un sentimiento total de su voluntad,sin embargo Maria se sienta a escuchar a Jesús con total sinceridad en su compotamiento y en su aptitud,entregando su voluntad con convencimiento y amor.Perdonarme si es una reflexión equivocada,pero el domingo despues de la misa recordando la Lectura y la homilía del sacerdote,me preguntaba a mi misma si mi comportamiento en la vida era más "Marta o María",y pense que más Marta,ya que tal vez me dejo llevar muchas veces más por la inquietud de lo que creo que es correcto hacer que por el corazón.Y pensé que la entrega de Maria era el fin del camino,el reposo,el parar al encontrar algo más grande que la propia vida.

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  2. Estoy bastante de acuerdo contigo, yo también pienso que soy más Marta que María. Sin embargo creo que debemos ser Marta y María a la vez. Debemos trabajar y encargarnos de las cosas sin olvidarnos que Jesús debe ser el centro de nuestra vida.
    Es verdad que cuando terminamos unos ejercicios espirituales, estamos muy felices por haber sido Marías unos días, pero debemos volver a nuestra vida y hacer de Marta y gracias a Dios también de María.

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