viernes, 7 de julio de 2017

Francisco a los jóvenes en Jerusalén: “La peor pesadilla es vivir como enemigos, el mundo necesita encontrarse”




 El santo padre Francisco se comunicó este miércoles durante la Ceremonia final del Congreso de Scholas Occurentes que se realizó en la sede de la Universidad Judía de Jerusalén, del 2 al 5 de julio, sobre el tema: “Entre la Universidad y la Escuela, construyendo la paz a través de la cultura del encuentro”.
La ceremonia de apertura contó con la presencia de 75 jóvenes de Israel, Palestina y otros estudiantes que ya realizaron la experiencia de Scholas y viajaron desde España, México, Argentina, Kenia, Burundi, Congo y Brasil. Asimismo asistieron 70 académicos de 41 universidades de África, Latinoamérica, Europa, América del Norte y Asia. También estaban presentes otras autoridades Vaticanas, el Decano del cuerpo diplomático y ocho embajadores de diversos países en Israel.
El Santo Padre hoy inició recordando que “en este momento jóvenes y adultos de Israel, de Palestina y de otras partes del mundo, de diferentes nacionalidades, credos y realidades, todos respiramos el mismo aire, todos pisamos la misma tierra, nuestra casa común”.
Señaló que ellos “se animaron a mirarse a los ojos, se animaron a desnudar la mirada y esto es imprescindible para que se produzca un encuentro” y en ese encuentro se da un sentido a la vida.
“Ninguno de nosotros es un no. Todos somos sí, por eso cuando encontramos el sentido es como si se nos ensanchara el alma” aseguró el Papa y “necesitamos celebrarlo”. Nace así “un sentimiento que existe en nosotros por y a pesar de todo, por todo y a pesar de todo. Este sentimiento es la gratitud”.
“Scholas intuye que de esto se trata educar. La educación que nos abre a lo desconocido, que nos lleva a ese lugar en el que todavía no se separaron las aguas. Libre de prejuicios. Es decir libre de juicios previos que nos bloquean, para desde allí soñar y buscar nuevos caminos”, indicó.
Por eso advirtió que “nosotros los adultos no podemos quitarle a nuestros niños y jóvenes la capacidad de soñar, ni de jugar, que en cierta manera es un soñar despiertos”. Así aseguró este encuentro nos ha enseñado que nuestra obligación es escuchar a los chicos y generar “un contexto de esperanza para que esos sueños crezcan y se compartan”.
Por eso aseguró “la peor pesadilla que es vivir como enemigos. ¡Cuánto necesita este mundo salir a encontrarse!”.
“Y a los jóvenes de Israel y Palestina y a los invitados de otros países del mundo -concluyó el Papa- gracias por animarse a soñar, a buscar el sentido, a crear, a agradecer, a festejar, a poner la mente, las manos y el corazón para hacer realidad la cultura del encuentro”.
ZENIT

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